¿Qué es la Ecolalia?

Si bien a primera vista puede parecer que los niños con ecolalia usan un vocabulario más allá de su edad, pronto se vuelve evidente que no entienden completamente lo que dicen. Por ejemplo, un niño puede cantar una canción de "grandes" palabra por palabra, pero no puede pedir el jugo que necesita ni seguir órdenes simples de dos pasos. En pocas palabras, el niño puede repetir ciertas palabras sin saber cómo aplicarlas, interpretarlas o usarlas.
¿Cuál es el vínculo entre la ecolalia y el autismo?
La ecolalia es una condición que puede ocurrir simultáneamente con el autismo. Las investigaciones muestran que casi el 85 por ciento de los niños con autismo muestran algún tipo de ecolalia. El lado positivo de esta condición es que puede ser una señal de que los niños con autismo pueden volverse verbales, responder positivamente a la terapia del habla y comenzar a expresarse de manera efectiva con el lenguaje hablado.
Es importante tener en cuenta que, de varias maneras, la ecolalia puede ser una parte normal del desarrollo del lenguaje. Los niños generalmente comienzan a emular el habla alrededor de los 18 meses, y esta práctica generalmente alcanza su punto máximo alrededor de los 30 meses. La práctica luego deja de usarse cuando el niño cumple 3 años. En esta etapa, los niños comienzan a convertirse en conversaciones al hacer preguntas, responder a solicitudes y formular sus propios pensamientos.
Sin embargo, en niños verbales con autismo, la ecolalia puede ocurrir con mayor frecuencia y durar más allá del período de 30 meses de otros niños. La condición puede aparecer como un comportamiento repetitivo (como citar espontáneamente líneas de una película varias veces al día), y el contexto de la palabrería puede parecer que no tiene nada que ver con el tema actual. Además, la ecolalia puede no solo incluir las palabras en sí, sino también una imitación exacta de la voz que el niño escuchó en ese momento.
¿Cuáles son los diferentes tipos de ecolalia?
Hay dos tipos principales de ecolalia: ecolalia inmediata y ecolalia tardía .
Ecolalia inmediata:
Se refiere a cuando un niño repite palabras o frases muy rápidamente después de escucharlas por primera vez. Por ejemplo, un niño puede repetir inmediatamente una pregunta ("¿Quieres un poco de leche?") en lugar de responder con la respuesta adecuada ("Sí" o "No").
Además de repetir como un loro una frase completa, algunos niños pueden repetir inmediatamente las últimas palabras de una oración para indicar su respuesta. Los profesionales sugieren que esta puede ser una forma de reducir la ansiedad o "ganar tiempo" para procesar la pregunta antes de dar su respuesta.
Ecolalia tardía:
Se refiere a cuando un niño hace eco de palabras o frases mucho después de haberlas escuchado por primera vez. El retraso puede durar horas, semanas o incluso meses después de que el niño escucha la palabra o frase por primera vez, lo que hace que parezca fuera de contexto cuando se produce la imitación. Por ejemplo, un niño con ecolalia tardía puede empezar a cantar “Cumpleaños feliz” a cada persona que entra en una habitación (después de haber recogido la canción de una fiesta de cumpleaños a la que asistió meses antes).
Cómo interactuar con niños con ecolalia
Aunque la condición puede asustar o confundir a los padres y cuidadores inicialmente, existen consejos útiles para interactuar con niños con esta condición.
- Modele el lenguaje desde el punto de vista del niño . En lugar de preguntar “¿Quieres jugo?”, ejemplifica la frase entregándole la caja de jugo al niño y demostrando, “Sarah quiere el jugo”. Si el niño no quiere el objeto, modele esto también ("Sarah no quiere el jugo, pero Lisa sí"). Hacerlo puede ayudar a los niños a aprender lenguaje aplicable en contexto.
- Sea coherente con su estilo de lenguaje. Mantenga las expresiones faciales y los gestos simples y claros para que el niño pueda aprender a adaptarse a su propio ritmo (por ejemplo, evite el sarcasmo y esté dispuesto a explicar el humor y el lenguaje figurado).
- A medida que avanza el lenguaje del niño, haga preguntas y ofrezca las respuestas al final. Por ejemplo, “¿quieres jugo, sí o no?” Esto puede ayudar al niño a comenzar a procesar y conectar preguntas con respuestas. De manera similar, puede usar opciones y elecciones con preguntas: "¿Quieres plátanos o fresas?"
- Al dar opciones, sostenga los objetos y deje que el niño indique su respuesta repitiendo el nombre del objeto. Hacerlo puede ayudar al niño a asociar una frase modelada con una respuesta aplicable. Asegúrese de controlar su tono para evitar preguntas capciosas ya que no hay una respuesta "correcta".
- Modele o demuestre una respuesta para que el niño aprenda a hacer una petición. Por ejemplo, en lugar de preguntar “¿Quieres ayuda?” Puede usar la palabra "ayuda" mientras realiza la acción. Esto puede ayudar a los niños a aprender a usar la palabra o frase cuando soliciten ayuda en el futuro.
- Responder a las solicitudes con variación. En otras palabras, evite simplemente decir "Está bien" en respuesta a cada solicitud. Practicar la variación ("¡Claro!" "Hagámoslo juntos" o una respuesta no verbal) puede ayudar a los niños a comenzar a adaptar las fluctuaciones apropiadas en las respuestas.
- Para algunos niños, la ecolalia puede ser una forma de calmarse a sí mismos en respuesta a los extremos. En otras palabras, un niño puede tener comportamientos repetitivos cuando está sobreestimulado/abrumado o cuando está aburrido/cansado. Aprenda a evaluar la situación en busca de factores ambientales. Luego puede usar la ecolalia como una oportunidad para modelar o enseñar respuestas. De esta manera, los niños pueden comenzar a ver el lenguaje como una solución a los problemas actuales en lugar de un desafío o una carga que superar.
Para obtener recursos adicionales para ayudar a los niños con ecolalia, comuníquese con The Warren Center para obtener más información sobre estrategias y planes de tratamiento.