Aquí en The Warren Center, creemos que la autoexpresión es primordial para la felicidad y el bienestar de un niño. Debido a esto, puede comprender la consternación y la preocupación que sintió la madre de William al descubrir que su hijo tenía problemas para comunicarse con los demás.
A pesar de que era un niño vivaz, dulce y cariñoso, William tuvo dificultades para expresarse o seguir instrucciones desde una edad temprana. Tras la evaluación, descubrimos que William comenzó a nombrar objetos familiares a los 2 años, comenzó a usar frases a los 3 años y comenzó a hablar oraciones cortas a los 4 años. A modo de comparación, un niño típico nombra objetos entre los 12 y los 18 meses, usa frases de dos palabras a los 2 años y usa oraciones cortas a los 3 años. Después de una evaluación adicional, nuestros profesionales clínicos descubrieron que William padecía un grave trastorno del lenguaje receptivo y expresivo.
Desafortunadamente, el seguro financiado por el estado de William solo pagaría dos sesiones de terapia del habla por mes, lo cual no es suficiente para tratar la gravedad de su condición. Sin embargo, gracias a generosas donaciones, hemos podido brindarle la terapia individual que necesita y abogamos con su distrito escolar para brindarle a William servicios adicionales. En siete meses, la prueba estandarizada de William mejoró sustancialmente en 14 puntos, lo que le permitió comunicarse felizmente dentro de su entorno individual y grupal. La evaluación más reciente de William demostró que su prueba aumentó nuevamente en 10 puntos, cambiando la categorización de su trastorno de grave a moderado. Su madre está encantada de informar que su parte favorita de la semana es visitar The Warren Center. Con la ayuda de donantes como usted, nuestro Centro está ayudando a niños como William a darse cuenta del don del habla.