Una madre ahora puede sacar a su hijo en público con confianza después de recibir servicios de terapia para ayudar al comportamiento y las habilidades de comunicación de su niño pequeño.
Brielle, de dos años, tiene un diagnóstico de tortícolis , que es una afección en la que los músculos del cuello hacen que la cabeza se tuerza y se incline hacia un lado. Comenzó los servicios de intervención en la primera infancia con The Warren Center cuando tenía siete meses. Comenzó a recibir capacitación en habilidades especializadas y servicios de fisioterapia. La terapia de alimentación se agregó a su plan cuando fue necesario.
A medida que cambiaban las necesidades de Brielle, su plan de terapia se adaptó en consecuencia. Recientemente, ha estado recibiendo capacitación en habilidades especializadas y servicios de terapia ocupacional, y su familia actualmente está esperando una evaluación para un posible diagnóstico de autismo.
En enero, la madre de Brielle, Sarah, se preocupó por el riesgo de seguridad de Brielle para su hermana menor y las mascotas de la familia debido a las dificultades de procesamiento sensorial y la fuerza excesiva. Las luchas de Brielle en la autorregulación hicieron que a Sarah le resultara difícil llevarla afuera, ya que se escaparía de su madre.
Sin embargo, con la ayuda de diversas estrategias terapéuticas, como la introducción de nuevas actividades y equipos de juego, Brielle ha progresado mucho. Ahora puede autorregularse, seguir instrucciones simples y comunicarse con los demás.
Después de varios meses de terapia, Brielle ahora puede dormir toda la noche en su cama, una mejora significativa para ella y su familia. Aunque aumentar la variedad de alimentos que come es todavía un trabajo en progreso, la familia de Brielle es optimista sobre su futuro.
Recientemente, Brielle logró un hito considerable al ir a la tienda con su madre. Puedes ver ese momento en el reproductor de redes sociales a continuación. Este logro le ha dado a Sarah la confianza para sacar a Brielle en público para otras actividades. La familia incluso se fue de crucero juntos la semana pasada, algo que antes era impensable dada la condición de Brielle.
El viaje de Brielle es un testimonio de la importancia de la intervención temprana y el valor de abordar continuamente las necesidades del niño a medida que cambian. Con el apoyo y la atención adecuados, los niños como Brielle pueden superar sus desafíos y alcanzar su máximo potencial.
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